Japón fue el país que mas consultó con el 25% del total de las consultas.
El sector inmobiliario fue el 2º rubro más consultado.
Durante el mes de Marzo fueron realizadas 30 consultas de inversores de 11 países al Departamento de Promoción de Inversiones. Este departamento se ocupa de otorgar incentivos y beneficios fiscales para proyectos de inversión.
El mismo se ocupó de asesorar a los inversores durante todo el proceso, desde la consulta, pasando por contactos con las autoridades estatales, como también facilitando información relevante.
Acerca de la locación de planta, asesorando en temas de ubicación, suministro eléctrico y mano de obra.
Además se respondieron consultas de solicitudes de información de las más diversas ramas, teniendo una importante participación el sector automotriz con el 31% de las consultas recibidas. Luego en menor medida se recibieron consultas del sector inmobiliario (16%) y del sector naval (6%) que mostró un incremento con respecto a meses anteriores, y de otros sectores por el 47% del total de las consultas.
En cuanto al origen del país de donde provinieron las consultas se mostraron cambios con respecto a los países más tradicionales en consultas, pasando a liderar Japón con el 25% del total de las consultas recibidas, quedando en segundo lugar España (19%), seguido de Argentina (13%) y en menor medida otras nacionalidades (44%).
Uruguay se vuelve cada vez más atractivo como sitio de inversión. Además de encontrarse en pleno desarrollo económico, posee políticas que benefician al inversor extranjero sin hacer distinción respecto al ciudadano uruguayo.
El Departamento de Promoción de Inversiones permite acceder a los beneficios e incentivos a las empresas que realicen inversiones en bienes muebles, mejoras fijas o bienes incorporales específicamente con destino a su giro, esto también incluye a las que tengan actividades comerciales y de servicios.
Se puede obtener los beneficios en: impuesto al patrimonio, tasas o tributos a la importación, impuesto al valor agregado, honorarios y salarios en desarrollo tecnológico de áreas prioritarias e impuesto a la renta de las actividades económicas.
La clasificación se da en función de la magnitud y el puntaje de la inversión. Este último tiene en cuenta la generación de empleos, descentralización, el incremento del valor agregado, utilización de tecnologías limpias, incremento de investigación, desarrollo e innovación y el impacto del proyecto sobre la economía.
Fuente: Uruguay XXI