- Uruguay se encuentra menos expuesto a una desaceleración de Brasil y Argentina ya que su socio principal es China
- Uruguay cambió su matriz financiera y ya no es totalmente dependiente de sus vecinos
- Los precios de las viviendas crecen acompañados del ingreso de la población (PIB per cápita) por lo que no se espera una sobrevaluación de los precios de los inmuebles para el promedio en Montevideo.
Montevideo, 06 de Febrero de 2014
En lo que va del año 2014 estamos siendo testigos de la desaceleración en el crecimiento económico de América Latina. América Latina creció 1.6%, nivel por debajo del potencial estimado que se encuentra por encima del 3%. En el marco de la conferencia en el Salón Inmobiliario que fue llevado a cabo este agosto en Montevideo, la economista Gloria Sorensen, Team Leader del equipo de Research BBVA Banco Francés, explicó los resultados de la investigación del BBVA. La baja en el crecimiento se debe, según la investigación, a una significativa moderación de la demanda interna y particularmente de la inversión.
Estiman que esta baja ira de menos a más a partir del tercer trimestre, impulsado por un aumento del crecimiento mundial como por una recuperación de la inversión. Se espera que el segundo semestre de 2014 haya una mejora, y para el año que viene se prevé que América Latina crezca un 2,5%.
Esta desaceleración se vio reflejada en las materias primas agrícolas que mostraron precios bajos, aunque históricamente altos; es decir, son bajos respecto a los últimos años pero se mantienen altos si se observa la fluctuación de precios históricos. Estos precios, aun altos, seguirán en parte sosteniendo el crecimiento de Latinoamérica.
¿A qué se debe esta baja en los precios? Una posible causa es que Estados Unidos, luego de muchos años de cosecha fracasada, tuvo un año de buena cosecha.
Como explica la economista, el crecimiento ideal para Uruguay es de 4%. Este año el crecimiento fue menor pero el país debería recuperar el nivel para el año 2016. ¿Por qué no creció según lo previsto? Una de las razones fue la demora de la puesta en marcha de Montes del Plata. Por ahora esto no es un problema, porque Uruguay sigue recibiendo financiación extranjera y tiene nivel de reservas muy alto.
La buena noticia para Uruguay, según Sorensen, es que está menos expuesto a una desaceleración que Brasil y Argentina. Claro que la actividad de estos países le afecta, pero su socio principal es China. Luego de la gran crisis financiera del 2002, Uruguay cambió su matriz financiera y ya no es totalmente dependiente de sus vecinos. Nuestro país se encuentra menos expuesto a un aumento del riesgo argentino. Aquella consabida expresión de que una crisis en Argentina derivaría en una crisis en Uruguay, ya no es así.
Uruguay ha hecho un reordenamiento de su economía y ha recuperado el grado inversor. Se creó trabajo interno, se realizó una reducción de la deuda pública, se hizo un manejo prudente de la deuda externa, y el stock de reservas es muy alto. La economía uruguaya tiene un equilibrio sano, y la investigación no identificó ninguna correlación con la situación en Argentina. Por otro lado, los bonos y acciones argentinas en manos de financieras uruguayas son prácticamente nulos.
Existen dos canales donde Argentina puede influenciar más en Uruguay. En primer lugar el turismo, ya que el turismo argentino representa el 1,9% del PIB de Uruguay. En segundo lugar, la inversión. La inversión argentina representa el 36,5% del total de inversión extranjera en Uruguay, esto es, el 2% del PIB. Además, casi el 40% de las inversiones de agro y rubro inmobiliario son argentinas.
Según la investigación de BBVA, no se espera una sobrevaluación de los precios de los inmuebles para el promedio en Montevideo. No existe una burbuja inmobiliaria en Uruguay. Los precios de las viviendas crecen acompañados del ingreso de la población (PIB per cápita). Las perspectivas financieras para Uruguay en los próximos años son muy positivas.